La temática policial siempre me gustaba mucho, desde que a los cinco o seis años en una fiesta en Orihuela en uno de sus muchos palacios de Marqueses o Condes había un policía local de esos motorizados con su casco y todo, me impresionó el personaje y su uniforme desde aquello yo quería ser policía, quería ser parte de los buenos y que se hacían respetar, a los ojos de un niño claro. Y una cosa lleva a la otra, el vehículo que más me gustaba de los cochecitos que vendían en el kiosco a peseta era este el Land Rover que años más tarde se dejaba ver por los años setenta uno como este un todo terreno que tenían en la gasolinera donde trabajaba mi hermano y en el que me monté en alguna ocasión en ese armatoste a modo de furia de hierro y de color crema-amarillo. Y no podría ser de otra forma ya con algo de más edad esta baratija en formato Land Rover Grúa Municipal (Policía) me encantaba por todo lo dicho anteriormente. Ideal para llevar fieras de la selva o misiles de guerra. Uno de mis cochecitos preferidos.