No tengo nada en contra de esta simples
pelotas con goma del kiosco de los 70. Creo que es una de las
baratijas que nunca mueren. Otra cosa fue aquellas pelotas de cuero
cosido y macizas que te hacían picar la palma de la mano si le dabas
muy fuerte con la goma sujeta al dedo, pero eran las mejores.
Aquellas viejas pelotas blancas artesanales no solo las encontrabas
en el kiosco, era un elemento fundamental de cualquier carro de
baratijas en las ferias y camino de celebraciones y romerías. Pero
también me acuerdo de otras pelotas de plastico rigido, tipo
bakelita unida por las dos semiesferas y dentro algun elemento a modo
de sonajero, claro con su goma elastica para sujetarla al dedo, como
todas las demás.