Cantimplora de kiosco, muy popular en
aquellos años, esta cantimplora de plástico que dejaba sabor a
plástico en el agua, una vez recalentada, ideal para las salidas al
campo con la merienda o en la festividad de la “mona” en Domingo
de pascual o resurrección como era costumbre en algunas poblaciones
Española. Mi cantimplora, hasta que crecí un poco más y ya tenia
esas de aluminio recubierta con fieltro verde y cazo de aluminio en
la base. Mucho mejor que la del kiosco... las baratijas es lo que
tienen...