3 oct 2007

Un coche ligero, bonito y barato.



Una autentica “baratija” se vendían en kioscos y locales de artículos para la playa y pequeños juguetes. Son de los años 60 en plástico inflado. Venían en bolsas de cinco unidades en varios colores como el amarillo, azul, verde, rojo. Se puede observar la cualidad de la transparencia de este fino plástico inflado.

Su futuro más inmediato en las manos de un niño era las abolladuras y las marcas de los dientes en su “chasis”…