21 may 2008

UN, DOS, TRES…

Estas pequeñas “Rupertas” del tamaño de un puño (más o menos) se vendía en los kioscos a finales de los años 70. Llevaba una goma elástica atada del rabito de la “Ruperta”.
Recuerdo partir por la mitad una “Rupertra” como esta, llenarla de pasta de escayola… Y a su secado y endurecimiento la sacaba para pintar la cara de la calabaza y colgarla en la pared… Que tiempos!