A mediados de los años setenta tuvo un cierto éxito uno de los primeros pasatiempos de fichas intercambiables. Tengo amigos que los recuerdan de principio de los años setenta.
Exitían dos juegos: Uno de números y el otro de letras, conocidos como los DIABLOTIN de la casa VILPA. Eran unos pequeños rompecabezas en los quetenia varias obciones de juego: Poner las fichas por orden, por color, por color en paralelo... Un pequeño diablo en nuestras manos que sacaba de quicio a más de uno...Y no miro a nadie.
Exitían dos juegos: Uno de números y el otro de letras, conocidos como los DIABLOTIN de la casa VILPA. Eran unos pequeños rompecabezas en los quetenia varias obciones de juego: Poner las fichas por orden, por color, por color en paralelo... Un pequeño diablo en nuestras manos que sacaba de quicio a más de uno...Y no miro a nadie.