Hace poco tiempo mi amigo Herme me mandó con otras cosas un puñal Vikingo que me hacia ilusión tener ya que lo tuve de niño junto a otros del mismo tipo como fueron los puñales de plástico inflado. El plástico inflado fue imprescindible para abaratar costes en lo que conocemos como baratijas y fundamental para la integridad del niño ya que no tenia peligro alguno para los niños de la época, eso decían y lo creo, quizás los niños de hoy en día no tengan esa suerte de poder jugar con algo que te llena de imaginación y te mete de golpe en el papel a través de un puñal de plástico inflado endeble pero a los ojos del niño muy real por sus formas y relieves o filigranas sacados del molde.
Estos puñales con motivos Romanos, Vikingos o indios fueron muy populares en el kiosco entre los años sesenta y lo ochenta, en varios colores vivos, te los ataba a la cintura con su flamante funda decorada y si se lo clavabas al compañero con un certero movimiento, el puñal simplemente se doblaba.
También sacaron espadas como esta Gladio Romano