“La vida te da sorpresas, sorpresas
te da la vida...” dice la canción. Las sorpresas que de niño te
daba el kiosco era en distintos contenedores como: bolsitas opacas y
cerradas, sobres de papel, cajitas... todas con ilustraciones, que te
podían dar una pista de su contenido, o sorpresa! nada que ver.
El misterio siempre ha funcionado bien
en el kiosco, el simple hecho de abrir un sobre de cromos de la
colección de moda era ya un misterio, todos deseosos de ver que es
lo que te salia o tocaba a suerte.
En esta ocasión pongo cajitas sorpresa
del kiosco de los años 60-80, su contenido era muy variado y
colorido, como siempre solo tenían una cosa en común, su
composición de plástico, de la baratija en cuestión . Ya pondré
más adelante los elementos sorpresa que contenían estas cajas,
dejemos el misterio para más adelante.
¿Que será?