Todos estos artículos de broma, bajo la marca
Mi - Shan - Fu, son parte de la historia
de Sanromà, una empresa de artículos de entretenimiento creada por Miquel
Sanromà i Fuguet en los años 40's y de cuya mente salían todas estas geniales
invenciones que tantos buenos ratos nos hicieron pasar.
Recuerdo algunas de aquellas bromas con un
especial cariño, por todas aquellas risas furtivas y no tan furtivas que nos
dieron, por esa razón están entre mis preferidas y a continuación les dedicaré
una especial atención al recordarlas.
Los fulminantes para
cigarrillos: La de veces que le quité a mi hermano un cigarrillo de su paquete
Royal Crown para meterle un fulminante petardo y seguidamente devolverlo a su
lugar jejejeje con aquella broma disfruté como un cosaco, hasta que un buen día
se me ocurrió hacer lo mismo en el paquete de Rex de mi padre uffffff ya podéis
imaginaros, se me quitaron las ganas de repetir esa jugada y esa bromita pasó a
un segundo plano (aun me duele la colleja educativa que mi padre me soltó).
Los polvos pica - pica: Esos
polvos también están entre mis bromas preferidas... Tenía amargado al pobre
Vicentito (el empollón repelente, pelota y chivato de clase) lo tenía delante y
ya podéis imaginaros mmmm como decían los Hombres G, en aquella canción de
sufre mamón, parecía que estaba escrita a medida para el pobre Vicentito, no me
quitó a mi chica, ni tenía un Ford fiesta blanco, pero pijo lo era un rato y
probablemente también tuviera algún jersey amarillo así que... jejejeje.
Después con los años me
enteré de una curiosa historia, también relacionada con este tipo de polvos...
¿Sabías que se utilizaron como arma en la Segunda Guerra Mundial? Pues sí, esto
no es broma... Los británicos siguiendo el ejemplo de aquellos niños guasones,
pasaron grandes cantidades de estos polvos a la resistencia, ya que muchos
trabajaban infiltrados en lavanderías y fábricas de uniformes del ejército
alemán y allí rociaban los uniformes con aquel polvo, que tenía un poderoso
efecto irritante sobre la piel (y si no, que le pregunten a Vicentito jejejeje)
aunque lo peor estaba por llegar, la resistencia noruega tuvo una idea aún más
creativa: rociar con polvos pica - pica en varias partidas de preservativos
destinados a las tropas alemanas ¡UFFFFFFF!
El hospital de Trondheim
pronto se llenó de desafortunados soldados alemanes que se quejaban de una gran
irritación dolorosa que les atormentaba en las partes arias más sensibles y
nobles de su anatomía.
El anillo en los dedos o la
flor de agua en la solapa: Clásico entre los clásicos... Mira, mira que pedazo
de sortija (o flor) me he comprado y a la que el pobre incauto se acercaba a
mirar, apretabas la pera con forma de cabeza del maléfico oriental de
Hospitalet y ¡chofffffff! chorretazo de
agua a discreción y después a correr.
La tarántula peluda: La
misma que enganchabas disimuladamente a tu victima dándole unas palmaditas en
el hombro y acto seguido le gritabas ¡TIENES UN BICHOOOOOOO! Sustooooo de
infarto y más si tenías aracnofobia.
La tinta mágica o tinta
china: Aquella con la que manchabas a tu
víctima y al cabo del rato desaparecía la mancha, como por arte de magia,
aunque a decir verdad yo creo que tenía más éxito el dibujo de la caja que la
mismísima tinta, al menos entre los chavales de mi escuela ¡ejem, ejem! Creo
que mirando el dibujo de la caja, sobran las palabras.
Y por último los que para mí
fueron los reyes de las bromas, los Nº1 y esos fueron los polvos de estornudar
y las bombas fétidas.
Empezaremos por El Rey...
Los polvos de estornudar: Recuerdo aquellas veraniegas ferias de pueblo y sus
atracciones y muy especialmente recuerdo unas locas noches de verano estando de
vacaciones en casa de la abuela, toda la pandilla subimos en una atracción de
aquella feria, en la noria para ser exactos y después de muchas vueltas y más
vueltas, nuestra canasta se paró arriba de todo y de esta manera se apeaban los
que quedaban abajo y que ya habían terminado su mareante viaje.
También esos momentos eran
íntimos y románticos para los que quedaban en las alturas de la noria, momentos
que aprovechaban algunas parejas para expresar su amor besándose, abrazándose y
prometiéndose amor eterno, en ese romántico e íntimo ratito alumbrado por los
rayos mágicos de la luna mmmm bueno a decir verdad siempre y cuando, una
pandilla de golfillos no les fastidiase el plan, sazonándoles desde las alturas
con aquellos polvos de estornudar jajajajaja.
Al final también nosotros
quedábamos como víctimas colaterales ya que no aguantábamos tanto tiempo sin
respirar, pero creedme que valía la pena.... ¡achís, achís, achís! Sacar estas
bromas de mi baúl, después de tantos años ¡achís! también trae sus serias
consecuencias ¡achís!
Y la Reina de las bromas...
Las bombas fétidas: Un olor eau de toilette a huevos podridos, pero que muy
podridos que te dejaba sin respiración... ¡puaaaaj!
Fue y es otro de esos artículos que aún hoy se siguen distribuyendo con el mismo diseño de los años 70's y siempre con un buen éxito como broma olorosa.
Las bombas fétidas, esas eran las que utilizábamos en la siguiente diablura, nos quedábamos esperando al BUS en su respectiva parada, cuando llegaba nos situábamos a la altura de las puertas traseras (las de salida) y en el momento que se iban cerrando todas las puertas del BUS, lanzábamos a su interior las olorosas mini granadas de mano y para más inri seguíamos al BUS en bicicleta o monopatín para ver a la gente salir en la siguiente parada con la nariz tapada y maldiciendo aquel nauseabundo olor... Si algún niño lee esto, que sepa que estas cosas no se hacen y que están muy mal. "Lo siento mucho, me equivoqué y no volverá a ocurrir" jejejejeje.
Fue y es otro de esos artículos que aún hoy se siguen distribuyendo con el mismo diseño de los años 70's y siempre con un buen éxito como broma olorosa.
Las bombas fétidas, esas eran las que utilizábamos en la siguiente diablura, nos quedábamos esperando al BUS en su respectiva parada, cuando llegaba nos situábamos a la altura de las puertas traseras (las de salida) y en el momento que se iban cerrando todas las puertas del BUS, lanzábamos a su interior las olorosas mini granadas de mano y para más inri seguíamos al BUS en bicicleta o monopatín para ver a la gente salir en la siguiente parada con la nariz tapada y maldiciendo aquel nauseabundo olor... Si algún niño lee esto, que sepa que estas cosas no se hacen y que están muy mal. "Lo siento mucho, me equivoqué y no volverá a ocurrir" jejejejeje.
Y ahora si que me despido, pero no sin antes nombrar otra gran casa de bromas, también barcelonesa, otra genialisima marca legendaria dedicada también a los artículos de broma en los 70's y 80's me refiero a "El Duende" con su inolvidable "fantasma" de sábana blanca y que bien podría ser amigo de nuestro mandarino "Mi - Shan - Fu" ¡Menuda pareja harían!