Otro kiosco en este caso carrito, como
siempre he dicho muchos pequeños kioscos de los setenta antes fueron
carritos.
Este carrito en exposición por
Montenegro (disfraces y golosinas) que también empezó como todos,
con un carrito de chuches y baratijas. Está localizado en
Antequera (Málaga) perteneció a Miguel Padilla Campillos.
Se puede ver lo que siempre he
comentado, el carrito de los años 60 y 70 era un pequeño espacio
lleno de color en una amalgama de plástico la materia prima de las
baratijas. Pónganse por un instante en la piel de un chaval de cinco
o siete años ¿Qué elegiría?
Gracias a Sergio un amigo de Málaga
que ha tenido la amabilidad de mandarme esta imagen. Mi amigo también
vende cosas del ayer, baratijas, papel y lápiz en un mercadillo de
su ciudad.