

Aún hay más…. Gracias compañero.!
Quien de pequeño no deleitó con este peculiar sonido los oídos de nuestros padres que en las manos de un niño era un sin parar…clic, clakc, clic, clakc… La que podéis ver en el lado izquierdo es la que se vendía en los kioscos y la roja se ve claramente que era publicitaria, hubo más de una marca… con ranita chicarrera…
La tartana todo un símbolo de un pueblo juguetero por excelencia. En la villa de Ibi a principio del siglo pasado, su industria era la de los helados y el trabajo del campo… pero ocurrió que habitaba un hojalatero y en su taller que hacia todo tipo de objetos cotidianos como lecheras, regaderas, cubos… y Rafael Payá quiso hacer a sus hijos un regalo, una tartana con estos trozos de hojalata…. El tiempo hizo el resto, la aparición de la fábrica de Payá Hermanos… con su Tartana de hojalata. El primer juguete que tuvieron nuestros abuelos o nuestros padres y que llegó hasta el kiosko en la era del plástico…
MONUMENTO A LA TARTANA (con estampaciones de la del kiosko)
En 1996 Payá Hermanos saco una serie limitada y numerada de juguetes de forma artesanal entre ellos esta tartana.
Este es el certificado de propiedad y de la serie limitada artesanalmente…
Maria Vallès de Barcelona y coleccionista de papel antiguo (cromos, recortables de muñecas, cartas a los Reyes magos, postales de niños y de Navidad…) ha tenido la gentileza de enviarme estas Cartas a los Reyes Magos. Unas cartas que sin duda evoca la más conmovedora ilusión de nuestra niñez. Gracias Maria vallès por estas ilustraciones que sin duda recuerdan el broche final de unas fiestas tan entrañables para los niños como es la fiesta navideña…
No solo se vendían en los kioscos los “sobres sorpresas” también se dieron las “Cajitas sorpresas” como estas y otras más que recuerdo… En estas cajitas podías encontrar pequeños objetos tanto para niños como para niñas… Recuerdo unas que eran más exclusivas para niñas y salían cacharritos de cocina.
Los chicos de la Cruz Roja preparados para cualquier primera intervención, con esta pareja los madelman de uno, se sienten tranquilos, saben que están en buenas manos. Pero hay miradas que implican afecto más allá de lo estrictamente profesional. No me extraña con esos ojazos verdes que tiene el chico…
Esta hucha se vendían en kioscos, esta es la que tengo… existían de varios colores yo recuerdo: amarilla, verde, azul… Cortabas la maraca de la hendidura y a echarles pesetas y duros… luego tenias que cortar el plástico para sacar el dinero…. Yo a finales de los años 60 tuve alguna, pero no podía esperar llenarla…