Objetos cotidianos de la niñez, juguetes y baratijas de los años 60,70 y 80. Del pequeño kiosco de "chuches" de aquellos años.
Mi amigo, me sorprendió hace poco regalándome una marioneta de la casa Cremeal. El compañero de mi otra marioneta, por fin tengo la pareja!!! A Urtain y a Legrá. Muchas gracias.
Esta afición de coleccionar juguetes y baratijas, tiene su lado Friki, palabra que ni me asusta ni me avergüenza, y quería mostrar la pareja de marionetas de una forma diferente con un toque de humor en plan friki. Muchas Gracias Herme del Blog: YO TAMBIEN LO TUVE, NOSTALGÍA DE LOS 60, 70, 80 Y 90.
Es una suerte tener seguidores del blog, que no solo siguen éste humilde blog del kiosco. También se prestan gustosos y gustosas en la colaboración desinteresada, a la busca y captura de imágenes del kiosco, carrito o pipero de antaño. Como es el caso. Algunos hay ya, que son verdaderos reporteros de investigación y rescatan estas imágenes, para que éste blog. Con el fin de ver, homenajear y preservar la historia del kiosco de nuestra niñez y de los que nos precedieron. Mil Gracias a todos y en especial a unos pocos, que me han mandado más de una imagen.
Si alguna imagen, sus dueños no desean que se exponga en éste blog, será retirada de inmediato.
Ésta primera imagen de Toledo de los años cincuenta, revela la verdadera esencia del kiosco. En este caso del pipero con su puesto o carrito ambulante. Se ve a los niños amontonados sobre el genero, echando mano casi a la vez, eligiendo lo que quieren, unos caramelos, también se distinguen los primeros chupa chus y esos abanicos de papel pinocho tan coloristas que se cerraban de manera que se quedaba en nada entre dos cartoncillos finos, esto seria destinado a las niñas de aquellos años. El viejo vendedor parece tener una moneda en la mano.
Esta otra imagen, todo un documento gráfico de los años sesenta. En este caso un pequeño comercio de chuches y baratijas. Seguramente a las puertas de casa o de algún almacén. Dentro se ven colgadas pequeñas bolsas con baratijas, pequeños juguetes. Abajo sobre la mesa mostrador, chuches y alguna baratija más. Y no me digan los bonitos que son los carteles publicitarios de la puerta... un tesoro para un coleccionista de kiosco y de otras cosas.
Brihuega-Guadalajara. Año 1967. Retrato de Julio Vacas el ”Portillo”, su esposa Andrea y su hijo . Autor-Fernando Poyatos.
Resulta que mí colección de madelman siempre ha sido de primera, con los que jugué y los que me traen mejores recuerdos. De niño no tuve oportunidad de conocer a la mujer madel, ni a la mayoría de madelman de segunda generación con pelo de goma.
Pero desde el primer día que empecé a coleccionar madelman y a revivir de nuevo mí infancia, quería tener en mí colección al menos una mujer madel. La enfermera de campaña fue la elegida para que hiciera compañía a mis madelman socorristas de campaña.
Me vino de la parte de Asturias, hace ya muchos años. Con sorpresa pude ver que tenia una ropa interior elegante y calentita. Alguna madre de aquellos años infantiles le hizo una especie de body de ganchillo, quizás para tapar sus pechos y su braguita negra...
Mí hija se va de casa, empieza una nueva vida en su propia casa. Y se lleva la enfermera. Que no hace un padre por su hija. Me alegró porque ella nació en los noventa, hacia casi diez años que los madelman había desaparecido. No es que no le gusten los madelman, yo los adoro. Pero una chica madelmana, le hizo gracia.
La cogió de mi estantería y algunas cosas más de accesorios. Para completar, una especie de caja expositora con cristal, y poder colgarla en el cuarto de estudio. Les pongo el resultado. He dejado que se la lleve porque se quien es y a donde va... que sino...
Mí enfermera en la estanteria, hasta hace poco...
Hace tiempo ya puse una entrada del tipo de trompo con la que jugaba de chaval en la calle. Por cierto se sabe de la existencia de la peonza desde cuatro mil años antes de Cristo, encontradas en arcilla a orillas del río Éufrates. De su procedencia ni se sabe, por lo menos yo.
Hoy se suman dos trompos más. Algo más contemporáneos, de los ochenta y noventa. En los años sesenta y setenta solíamos poner a la cuerda la moneda de agujero de cincuenta céntimos. Luego ya en los ochenta y noventa solían poner la pieza de lengüeta de abrelatas de los refrescos como se puede ver en las imágenes.
En el kiosco de chuches y baratijas siempre han estado presente, de manera intermitente a lo largo de los años. Los juegos más populares o tradicionales como son los trompos o peonza, las canicas, los yo-yo o las combas de saltar, por ejemplo. Un día llegabas al kiosco y allí estaba una flamante bolsa llena de trompos, o simplemente habías visto algún niño jugando con la peonza, sin remedio tú tenías que comprar una. Alguien las ponía de moda cada cierto tiempo. Canicas, yo-yo, combas y trompos aparecían y desaparecían del kiosco, como lo sigue haciendo hoy en día.
La pequeña peonza de punta redondeada, con el típico cordel estampado de “motas” rojas, ha sido siempre mí trompa preferida, alguna de ellas las tuneaba pintándolas con rotuladores Jovi o Carioca. Pero ya a principio de los años setenta sacaron otro trompo de clavo en punta. La “peonza asesina” como decía yo, ya que si la tirabas con fuerza y algo de tino sobre otro trompo parada en dentro del circulo, era muy posible que el trompo de punta afilada, rajara por la mitad a la peonza que estaba depositada en en el suelo. Doy fe de ello.
Expositor con peonzas imagen subida por Remedios en “El bazar de los recuerdos” Facebook. Del Mueso Escuela Rural, Viñón. Cerca de Villaviciosa-Asturias.
Fuente: Pinterest. De Villanueva Mesía, niños jugando a la peonza en la plaza de la iglesia.
Un año de nuestras vidas, digamos de las vidas de los muchos que se acercan a éste kiosko. Un año cualquiera y sin más pretensiones. 1974. Dicho de esta manera poco nos dice éste año. Pero si rascamos solo un poco por la superficie de aquel año nos viene a la memoria muchas cosas sin duda.
Aquel año de 1974 podíamos ver en la televisión programas como las series policiales de Colombo y Las Calles de San Francisco, en programación infantil Pippi Calzalargas, Un globo, dos globos, tres globos, El Gran Circo de TVE con los payasos de la tele. Una serie que también recuerdo bien fue la de Kung Fu (El pequeño saltamontes), o el programa que cautivó a muchos niños y mayores El Hombre y la Tierra, y la genialidad de Chicho Ibeñez con su “Un, dos, Tres..” a veinticinco pesetas por respuesta acertada. Los sábados por la noche “Señoras y Señores” con artistas invitados de la canción y el humor.
En los telediarios de aquel 1974 se podía ver noticias como: La Revolución de los claveles en Portugal. Nixo dimite como presidente de su país por un escándalo. Emerson Fitipaldi gana su segundo y último mundial de Formula 1. Perico Fernández se proclama campeón mundial de boxeo. Peret fue nuestro representante en Eurovisión quedando en la novena posición con la canción “Canta y sé feliz”, en ese mismo festival ganó el grupo ABBA lanzado al éxito musical. Francisco Franco es hospitalizado y delega provisionalmente los poderes a Juan Carlos. En Cádiz, 5.000 trabajadores de Astilleros Españoles son suspendidos de empleo y sueldo . Mejor apagar la tele que nos ponemos de mal humor...
Espero que toda esta retahíla, sirva para que compren un Tele-Programa de 1974 que pongo hoy en el kiosko. (De manera virtual, claro). Resulta que el kiosquero de mí barrio en su pequeño kiosco de chuches y baratijas, también vendía el Tele-Progroma y algunos Tebeos y revistas de Súper héroes.
Mi colega Sergio me mandó el otro día un llavero de un chicle COSMOS, uno de los chicles míticos del kiosco desde los años sesenta hasta los ochenta que yo recuerde. La casa “Chicles americanos S.A”. En España sacó el inimitable chicle negro, sabor regaliz. Un gustazo, por su intensidad y suavidad y lo divertido de la lengua negra...
Los primeros chicles que yo recuerdo de los llamados COSMOS eran de sabor fresa y menta. También sacaron el de regaliz negro y traía todos una colección de cromos encerados donde encontrabas: aviones, helicópteros, cohetes y satélites. Todo muy de la aeronáutica...
Esos chicles que yo recuerde eran de los años sesenta y principio de los setenta, los envoltorios que se ven en esta imagen: Dos envoltorios de menta de color rojo y verde, uno con chicle. El otro envoltorio de regaliz en color negro y rojo. Fueron los primeros.
Hace tiempo que no subo nada de la escuela. Aprovecho para invitarles a que visiten este enlace: "SECCIÓN LA ESCUELA" donde muestro mucho del material escolar que disfruté en su día. Con el consuelo de que a muchos les suene al verlo y si lo tuvieron en su edad escolar, mucho mejor.
Hoy toca: Atlas Escolar EDELVIVES de la editorial Luis Vives, de Zaragoza.
El mundo sin duda ha cambiado, para bien o para mal, lo dejo a su elección. Está claro que si miramos los mapas políticos, las fronteras, ya no es lo que era... Incluso si miramos los mapas geográficos, tampoco es lo que era, la acción del hombre junto a la “pala” de la contaminación y el consumo, ha cambiado los polos, los glaciares, las montañas eternamente nevadas... los mares, las selvas... Creo que el mundo ya no es lo que era, definitivamente.
Y toda esta retahíla, al ver un viejo Atlas, ya desfasado, tampoco es lo que era... o sí! si piensas en pasado. Lo cierto es que muchas cosas de las que muestra ya no existen o han cambiado. Solo perdura el recuerdo de la niñez, libre de toda culpa.
Hoy vengo a contarles una pequeña historia. Una historia real y personal. Dado al hobby que me he buscado. El coleccionismo y la búsqueda de juguetes y baratijas de kiosco, muchas veces los recuerdos vienen y me atrapan. Aunque solo sean recuerdos de un instante.
Al ver ésta imagen de un viejo cartel en un viejo almacén con la persiana echada ya un tiempo. Muchos se preguntarán ¿Que puede atesorar ese viejo almacén de juguetes?.
Los dueños, un matrimonio gitano y artistas de la copla y el flamenco de jóvenes. Ya vendían en el mercadillo de mi infancia y juventud en el Paseo de Campoamor en Alicante. Allí tenían una “paraeta” un puesto de baratijas típicas de los kioscos. Con algunas muñecas de gama media, todos los juguetes muy asequibles.
No, un puesto de juguetes ambulante como este, no soy tan mayor.
Mercadillo Campoamor, 1972. Perfecto Arjones/ AMA.
Mercadillo Campoamor ängel Garcia / AMA.
Dentro del almacén había restos de juguetes y viejas cajas, un almacén a modo de bazar en liquidación al que hace unos años le entró el agua de la riada y por dos veces. Muchos restos de soldaditos, cochecitos y todo tipo de baratijas sueltas. No fui el primero que traspasó esa puerta, ya otros ávidos coleccionistas habían arramblado con todo lo que les interesaba. Pero cuando el hombre ya mayor me contaba muchas anécdotas y lo del puesto en Campoamor y donde lo tenia situado en el mercadillo, llegué rápido a la conclusión de que yo de niño junto a mí madre había estado allí con esa misma persona. Y lo mejor es que uno de los recuerdos que tengo es de la primera cámara de payaso con resorte que me compró mí madre. Fue a este gitano que alegraba a los mas pequeños con sus baratijas.
Lo vi claro allí mismo junto a la vieja mesa, en la pared colgaba esta cámara de foto de la casa PSE (Plásticas Santa Elena). La mía de pequeño, no la tengo. Pero está otra cámara que ven la tengo en casa. Y vino de la mano del la primera persona que me dió (a mi, a mi madre se la cobró) la cámara de payaso con resorte. Genial! Un recuerdo que ha vuelto y que se queda para siempre.
