Hilos Scoubidou, hilos de
plásticos flexibles o fideillos de colores. Da igual como lo
llamaras, el caso es que este invento o idea, era fantástico para
hacer trenzados con formas cuadradas o redondas. Podías hacer una
pulsera, una cruz, un colgante o un llavero. Fue una moda que en los
primeros años 70 ya el kiosco lo lucia colgando de alambres,
anudados los hilos de plásticos para su exposición y venta.
También estaba la
versión barata y búsquese la vida. Resulta que por aquellos años
los empleados de Telefónica, trabajaban a destajo poniendo como
locos metros de cables telefónico, dada la demanda de los teléfonos
Heraldos y los Góndolas en las casas. Esto hacia que siempre podías
ver a un niño o niña debajo de las escaleras del operario de
telefónica cogiendo los restos de hilos cortados en el suelo, hilos
de colores con fino cobre dentro que luego tenias que extraer el
cobre para dejar el hilo de plástico solo y poder hacerte las
pulseras y demás abalorios.
Les voy a contar una cosa
mía, de mi infancia, como de costumbre. Resulta que debía de estar
muy influenciado por el estilo de vida social de aquellos años, a
pesar de que ésto me gustaba, jamás aprendí a tejer estas pulseras plásticas de colorines, en mi pensamiento solo había una cosa, ésto
era de chica y guardé el secreto. Pedí a más de una fémina, me
hiciera el favor de hacerme una cruz para ponérmela de colgante en
la cremallera de mi estuche escolar. No era fácil convencer a las
niñas, porque eran pocas las que sabían hacer la cruz y tenia su
trabajo. Al final conseguí una, hecha, de segunda mano. El niño en
este caso se hartó y me la regaló, así de simple.
Esta semana, he tenido
que aprender a tejer estos hilos de plástico, para hacer este
pequeño articulo y poder mostrar, otro objeto del kiosco de antaño,
que sigue vendiéndose hoy en día.
Me he quitado esa
espinita que tenía clavada hace tantos años y he pasado un rato
entretenido. Aunque sea un trenzado sencillo, me doy por satisfecho.