Sergio Seremi es un amigo y un mago, pero mago de esos que hacen magia. También es coleccionista de objetos de kioscos de su generación y en especial de chicles de su niñez. Me suele mandar algunas imágenes de esas pequeñas baratijas para compartir en el blog, muy gustosamente las comparto, con el único propósito de sacarles una sonrisa o un “Madre mía ya ni me acordaba” que es de lo que trata este blog nostálgico.
Se pueden ver cajas sorpresas de finales de los años setenta como la de la primera imagen, que venían para el quiosquero en bolsas de entre treinta y cinco y cuarenta y cinco unidades de cajas, las cajas caben en la palma de una mano.
Esta otras cajita cuadradas, son seguramente de muy principio de los años ochenta.
En esta bolsas o sobres sorpresa, ya no son tan pequeños, solían venir como la propia ilustración, pequeños tebeos, sobrantes de editoriales como las de Bruguera.