Lo extraño, divertido y surrealista de las baratijas a vista de los adultos. ¿Qué porque digo esto? Muy sencillo, un niño, en este caso seria una niña pequeña apenas sabe leer o eso es lo de menos lo que quiere es lo que ven sus ojos, no se para en más detalles.
Pero un adulto y sobre todo si ha condicionado lo de ser observador por ser coleccionista de estas baratijas, casualmente muchas veces las veo extrañas, divertidas y surrealistas. Lo primero que me llama la atención es el enunciado del cartón y su dibujo “Mis comiditas” Y un dibujo con un salón comedor y una niña sirviendo el café de un blíster que me cabe en la palma de mi mano. Y lo que ve un adulto es una especie de muñequito “bebé” mal hecho que parece tenga “lepra” debido a las rebabas del plástico sobrante sacado del molde. Claro que a los ojos de la niña tan solo es un bebé enfermo. Le acompaña algunos instrumentos médicos que en escala a la figura del bebe ni de asomo, son gigantes como un Estetoscopio, un martillo para ver los reflejos grande, una bandeja alargada y una especie de cubo que no he podido averiguar, todo esto metido en una especie de maletín quiero pensar que un maletín medico, claro que el blíster no lo he abierto y ya lo he regalado a una niña que lo cogió y se lo llevó no con mucha ilusión, ella juega a otras cosas como me dijo. No quise preguntarle a que jugaba...
Cositas como estas las había en el kiosco en aquellos años un día si y otro también, pero claro las mamas y papas no se quejaban eran a un precio más que razonable y para lo que iban a durar... mucho mejor.
Nota: Estos moldes de bebé y los objetos médicos, salían en moldes de monta-plex en sus sobres para niñas ( Española de Juguetes S.A.) Y es posible que lo aprovechara los moldes otra pequeña empresa de baratijas y juguetes para kioscos y bazares.