De nuevo plástico, rueda , aventuras y carretera. No es la primera ni la segunda ni la tercera vez que traigo al kiosco los coches de plástico de a peseta, bueno en mis tiempos valían eso en el kiosco, imagino que subirían con el paso de los años como todo en la vida. En esta ocasión es para mostrarles tres bolsas originales de kiosco, posiblemente de JISA que me han regalado un buen amigo y que añado a mi colección de coches de kiosco.
Al contemplar y disfrutar estas bolsas me ha venido un recuerdo a la cabeza, después de tanto tiempo, un recuerdo reciente. Lo cuento antes de que se me olvide de nuevo. Estos cochecitos eran los que más compraba en el kiosco, cierto que los de metal de las aclamadas casas jugueteras de Ibi en el kiosco y en mi caso no recuerdo ninguno, serian más de jugueteras y bazares... creo. Como decía los compraba con cierta repetición pero de distintos modelos, mis preferidos eran la serie de safari, la de los coches de carreras y los vehículos de servicios (grúa, ambulancia, obras y mercancías).
A tiro de piedra en mi barrio estaba el descampado, tierra inhóspita libre de cemento y asfalto cuyo dueño de semejante territorio era el ayuntamiento (esto último yo no lo sabia era un niño). Ese lugar de caminos de tierra y algún charco que otro nos dábamos cita en ocasiones los amigos con los coches de peseta. Recuerdo jugar con los todo-terreno de los safari en aquel camino espolvoreado y más de un vehículo tenia que pasar el lago (un pequeño charco) para llegar a su destino. También recuerdo que cuando llegaba a casa mi madre me metía en la bañera junto a los coches manchados de barro y mataba dos pájaros de un tiro. Pero lo de meter coches en la bañera no era lo único, también recuerdo algún madelman que otro y sobre todo los barquitos y submarinistas de los montaplex, esos los metía a petición mía.
LAS "NUEVAS" BOLSAS REGALO DE J.P.