25 dic 2020

LA PILARICA (caramelos y juguetes) Y kioscos de Moratalaz. ( RIP- vivos en el recuerdo )

Hace poco les mostré como el kiosco de mi barrio, lo hacia chatarra un gancho hidráulico y lo arrancaba de cuajo del lugar donde tantos años había estado haciendo la función de kiosco (endulzando la vida, ilusionando con las colecciones, informando y entreteniendo con la lectura de prensa diaria, exponiendo alguna que otra baratija...).

No me pilla por sorpresa, en palabras de hoy en día, es una pandemia que lleva años sometiendo a los kioscos y pequeños comercios o bazares, a su desaparición. Y les pongo algunos ejemplos.

Mi amiga que se hace llamar en las redes “Pizco” me mandó dos imágenes y una historia. En esta ocasión la historia es algo triste, como suele pasar desde hace ya unos años, los pequeños comercios tradicionales de toda la vida desaparecen... sin hacer ruido, se van como la bruma de la mañana y aquí paz y allá gloria. Nos quedamos solo con los recuerdos, quien los tenga, claro.

Caramelos! LA PILARICA!!!! Juguetes!

Según me comentó “Pizco”...

La tienda estaba situada en la calle más importante de Jaén, en Bernabé Soriano, aunque todos la conocían por “la carrera”. En ese establecimiento desde un primer momento vendían almendras peladas, obleas y una de las especialidades de la zona el alfajor. Me comenta Pizco, que todos los caramelos de sus recuerdos, los mismos los estuvieron vendiendo hasta el último día que cerraron. Había, juguetitos o baratijas por todo el local entre mezclado con los dulces. Durante años en época de Reyes había que guardar cola, allí era donde compraba sus padres los juguetes de Reyes. Los niños compraba las bolsas surtidas de golosinas como los jamocitos dulces, cigarrillos de chocolate y unos caramelos con forma de cápsula con el interior de brea recubierta de caramelo.

Pero lo más característico de este local, era su especialidad, ya que solo con el olor se vendían solos. Las conocidas “cremitas”, unos bombones rellenos de cremas variadas y envueltas en papel de aluminio de diferentes colores. Ya de mayor siempre los compraba para adornar las bandejas de los mantecados por navidad.

Gracias Pizco, una historia cercana, que se acabó, como tantas otras. Quede en éste blog aunque sea solo para el recuerdo.


Interior...



Mi amigo Fernando Aguado, a colación del kiosco arrancado y ya desaparecido de mi barrio. Me mandó unas imágenes de su kiosco de toda la vida y otro de prensa, ya fuera de servicio los dos. Me comenta que el pequeño kiosco lo regentó una señora que dada su avanzada edad, a la que se le podía ver con una especie de manta a la espalda ha estado hasta los últimos días, el kiosco se cerró y lleva años cerrado. En ese mismo kiosco del barrio de Moratalaz de Madrid, mi amigo iba a comprar los montaplex que colgaba la señora y otras baratijas, ya en el interior en unas repisas tenia las chuches. Aquí tiene a “un muerto viviente” que tiene unas raíces muy profundas y se resiste a desaparecer del todo.








Otro kiosco de prensa, éste más moderno, también ha sucumbido en el mismo barrio de Moratalaz, cerrado no hace mucho tiempo.

Solo son ejemplos, para esto no existe vacuna, mira que lo siento.