Es cierto que el kiosco de antaño se engalanaba de muchas y diferentes armas para el juego, hoy en día es un articulo mal visto. Pero en este kiosco están permitidas las armas de “fuego” y las armas “blancas” del kiosco de los años sesenta y hasta finales de los ochenta.
Puro plástico y pasta con diferentes mecanismos a base de gomas elásticas o muelles para sus sistemas de percusión o gatillo, y sin olvidar el famoso apretón de mano para las pistolas de agua, que te dejaba caer un chorrito de agua a poca distancia y las de metal con tambor y pequeños detonadores que hacían un ruido terrible y producía esa visión humeante con su característico olor a pólvora, quizás las que menos peligro tenían pero con un gran efecto.
Las había con munición de corcho, munición de ventosa, munición de pequeños proyectiles de plástico. En principio aparentemente inofensivas para los niños de aquellos años. Si es cierto que en algunas pistolas con mecanismo de muelle de retroceso dabas al gatillo y liberabas ese muelle con fuerza y claro si no era un corcho la cosa se podía poner fea ya que los chavales andábamos maquinado que proyectiles poder meter en el arma, piedrecitas, arroz, chinchetas!!! eso si era peligroso, todo venido de la imaginación algo malvada de alguno que otro... y no miro a nadie.
Para las armas blancas, que decir de espadas, gladios y puñales romanos, Vikingos, que eran en su mayoría de plástico inflado y su fácil doblez impedía que nos hiciéramos daño. También habia navajas quiosqueras de carraca y automáticas.
Es esta una muestra de armas del kiosco que en su día subí al blog, en diversas entradas, las imágenes he querido aprovecharlas para no hacer más fotos. Por lo que verán estas imágenes repetidas en el blog si navegan por el mismo.
DE AGUA